En 1999, en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), el Secretario General propuso un “Pacto Mundial” entre las Naciones Unidas y el mundo de los negocios. El fin de este Pacto es que todos los pueblos del mundo compartan los beneficios de la mundialización e inyectar en el mercado mundial los valores y prácticas fundamentales para resolver las necesidades socioeconómicas.
El Pacto Mundial pide a las empresas que hagan suyos, apoyen y lleven a la práctica un conjunto de valores en materia de derechos humanos, normas laborales, medio ambiente y lucha contra la corrupción resumidos en 10 principios:
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Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos humanos proclamados en el ámbito internacional.
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Las empresas deben asegurarse de no ser cómplices en abusos a los derechos humanos.
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Las empresas deben respetar la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.
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Las empresas deben eliminar todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio.
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Las empresas deben abolir de forma efectiva el trabajo infantil.
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Las empresas deben eliminar la discriminación con respecto al empleo y la ocupación.
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Las empresas deben apoyar los métodos preventivos con respecto a problemas ambientales.
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Las empresas deben adoptar iniciativas para promover una mayor responsabilidad ambiental.
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Las empresas deben fomentar el desarrollo y la difusión de tecnologías inofensivas para el medio ambiente.
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Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluyendo la extorsión y el soborno.